A veces me sorprendo yo misma de lo que puede llegar a cambiar un mueble. Con el simple cambio de color, puede parecer otro. Y si además se le añade algún tipo de diseño... la transformación es absoluta.
Siguiendo la misma línea anterior...
Cambiamos de estilo y de época... y nos trasladamos a los años 70. Este mueble licorero fue un regalo, seguramente iba directo a la basura.
Cuando aparece un mueble "curioso"... todavía son más las ganas de transformarlo.
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